Anteriormente, conocido como el llano de Santa Julia, fue en otros tiempos una simple y casi desnuda extensión muy concurrida en aquellos tiempos por los muchachos que iban a recrearse y elevar sus papalotes.
Durante la Lucha por la Independencia Nacional en este lugar se realizó una batalla en el año de 1811, entre los Realistas y el Jefe Insurgente D. José Calixto Martínez y Moreno, mejor conocido por “Cadenas”, batalla que perdió y en la que al dejar el campo cubierto de cadáveres y heridos, varios jóvenes pertenecientes a la clase acomodada española, se presentaron en el sangriento escenario a rematar a los que aún quedaban con vida.
Existe una pequeña muralla en el ala sur, que según algunas referencias servía de lugar de ejecución a quienes se les condenaba a la última pena.
La forestación del costado sur del llano se le atribuye al Sr. D. Blas Ruiz, el cual después de varios esfuerzos de sembrar plantas que no prosperaban, no desistió gracias a la asesoría de una viejecita que le dio un consejo para que sus plantas florecieran.
La Viejecita le dijo esta palabras: “Mira Blas, tu serás muy maestro de escuela y sabrás leer, escribir y contar mejor que yo, pero a sembrar plantas yo te gano, mira, escarba y revuelve la tierra, ponle ceniza y mucha agua, déjala varios días y después haces tus plantaciones”. De esa manera lo hizo el aconsejado y con todo éxito vio pronto convertida la extensión en un hermoso Jardín.
El Sr. D. Eduardo Müller inició la formación de otro jardincito por el lado Norte del Llano.
Durante la época en la que fue gobernador del Estado D. Filomeno Bravo se continúo la limpieza del llano quitando los peñascos que lo rodeaban con estruendosos barrenos.
D. Gildardo Gómez continúo con esta tarea y para embellecerlo encargó a los niños de las escuelas que llevaran una planta para sembrar, de esta manera profesores y alumnos se dieron a la tarea de plantar buen número de árboles.
En el año de 1885 D. J Trinidad Alamillo siendo prefecto político inició la forestación del Llano, tomando como base un proyecto que presentó el Ing. D. Basilio Castelblach, iniciando con la construcción de una fuente de agua que se encuentra casi al centro del llano.
En 1885 se iniciaron los primeros trazos de los prados que hoy conocemos, dándosele el nombre de “Paseo del Progreso”. Ya siendo Gobernador del Estado D. J Trinidad Alamillo se hicieron grandes mejoras que lo convirtieron en el lugar de recreo favorito por los colimenses de todas las clases sociales.
